En el tiempo de Alabanza y adoración venimos delante de nuestro Dios para darle gracias por todas sus bendiciones en nuestras vidas, para levantar su nombre con nuestras voces y adorarle con todos nuestros corazones. Nuestro Señor Jesucristo es merecedor de toda alabanza.
Juan 4:23-24
"Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren."